
¿Puedo demandar por incumplimiento de contrato? Conoce tus derechos y opciones legales
Los contratos son acuerdos legalmente vinculantes que establecen derechos y obligaciones entre las partes. Pero ¿qué sucede cuando una de las partes no cumple con lo acordado? En Chile, el ordenamiento jurídico permite demandar por incumplimiento de contrato, siempre que se cumplan ciertas condiciones. A continuación, te explicamos cuándo puedes demandar, qué puedes exigir y cómo es el proceso legal.
No puedes exigir el cumplimiento de obligaciones a la otra parte si tú no has actuado conforme a lo pactado.
¿Cuándo se puede demandar?
Para poder iniciar una demanda por incumplimiento, es fundamental que tú hayas cumplido con tu parte del contrato. Es decir, no puedes exigir el cumplimiento de obligaciones a la otra parte si tú no has actuado conforme a lo pactado. Si ese requisito se cumple, puedes optar entre dos caminos: exigir el cumplimiento forzado del contrato o solicitar la resolución del contrato, es decir, ponerle término por incumplimiento.
¿Qué indemnización puedes solicitar?
La ley chilena reconoce que el incumplimiento de contrato puede generar perjuicios de diversa índole, por lo que la parte afectada tiene derecho a pedir una indemnización por daños y perjuicios. Esta puede incluir:
- Daño emergente: son los perjuicios materiales concretos que has sufrido, como gastos adicionales que no habrías tenido de no mediar el incumplimiento.
- Lucro cesante: son las ganancias que dejaste de percibir por culpa del incumplimiento contractual.
- Daño moral: incluye el sufrimiento, angustia o afectación emocional que pueda probarse a raíz del conflicto contractual.
Opciones legales ante el incumplimiento
Cuando decides llevar el caso a tribunales, puedes optar por alguna de estas tres alternativas:
- Cumplimiento forzado del contrato: solicitar que el tribunal obligue a la otra parte a cumplir con lo pactado.
- Indemnización de perjuicios: pedir una compensación económica por los daños sufridos.
- Resolución del contrato por inejecución: dar por terminado el contrato debido al incumplimiento, liberándote de las obligaciones contraídas.
¿Cómo es el proceso legal?
El tipo de juicio que corresponderá depende del tipo de documento o “título” que respalda el contrato. Si cuentas con un título ejecutivo (como una escritura pública, una sentencia judicial o un pagaré notarial), puedes iniciar un juicio ejecutivo, que suele durar entre 2 a 6 meses.
Si el contrato no cuenta con un título ejecutivo, deberás iniciar un juicio ordinario, que es más largo y puede tomar más de un año. También hay plazos específicos para demandar: el juicio ejecutivo prescribe a los 3 años, mientras que el juicio ordinario prescribe a los 5 años desde el incumplimiento.
Pruebas y costos del juicio
Para sustentar tu demanda, será clave reunir todas las pruebas posibles: documentos, correos electrónicos, testigos, informes periciales, entre otros. Además, debes considerar los costos asociados al proceso, como los honorarios de abogados, trámites notariales o incluso peritajes, si el caso lo requiere.
Por eso, guardar todos los respaldos desde el inicio del contrato es fundamental para proteger tus derechos en caso de conflicto.